ACTIVIDADES DE PRÁCTICAS DEL LENGUAJE
Lxs invitamos a leer el siguiente cuento:
"El vendedor de gorras folclórico europeo"
Adaptación de Elsa Bornemann
Había una vez un vendedor de gorras. Vendía
gorras verdes, marrones,
azules y rojas. ¡Y las llevaba sobre la
cabeza! Primero se ponía su propia gorra
rayada; encima de ésta, apilaba las cinco
gorras verdes; después, los cinco
marrones; más arriba, las cinco azules y
arriba de todo, las cinco gorras rojas.
Un día, el vendedor se sintió cansado y triste
porque no había vendido ni
siquiera una gorra: ni una verde, ni una
marrón, ni una azul, ni una roja.
Entonces, abandonó el pueblo en donde nadie
necesitaba sus gorras y
caminó y caminó hasta que llegó al campo. Allí
encontró un gran árbol y se
sentó a la sombra. Se sacó las gorras y las
contó. Las tenía todas: la suya,
rayada; las verdes, las marrones, las azules y
las rojas. Pero como no había
vendido ninguna, no tenía dinero para comprar
comida.
Paciencia –pensó, mientras volvía a
ponérselas-. Venderé alguna esta
tarde. –Y se quedó dormido.
Se despertó sintiéndose mucho mejor y
enseguida levantó un brazo para
tocar la pila de gorras. ¡Pero sólo le quedaba
una! ¡Sólo su gorra rayada!
Se levantó de un salto y empezó a buscarlas.
Pero no aparecía ni una gorra
verde, ni una marrón, ni una azul, ni una
roja...
Miró entonces hacia la copa del árbol... ¡y
allí estaban todas sus gorras!
¡Cada una puesta en la cabeza de un mono!
- ¡Monos ladrones! –Gritó el vendedor-.
¡Devuélvanme mis gorras! Los
monos no le contestaron nada.
- ¡Eh! ¿Me oyen? ¡Devuélvanme mis gorras!
–gritó entonces el vendedor,
amenazándolos con el puño.
Los monos le mostraron entonces sus puños,
pero no le devolvieron las
gorras.
Enojado, el vendedor pegó una patada en el
suelo y exclamó: - ¡No me
hagan burla, monos feos!
Todos los monos pegaron una patada sobre las
ramas y le dieron la
espalda.
Desesperado, el vendedor se quitó entonces su
gorra rayada y la arrojó
sobre el suelo mientras les decía: - ¡Aquí
tienen otra más, ladrones!
Y ya se marchaba cuando vio que los monitos se
sacaban las gorras y
las tiraban al suelo, tal como él había hecho.
En un segundo, todas sus gorras
estaban sobre el pasto.
Entonces el vendedor se apuró a recogerlas y a
colocarlas otra vez sobre
su cabeza: primero, se puso la gorra rayada;
encima de ésta, las verdes; después,
las marrones; más arriba, las azules y, arriba
del todo, las rojas.
Y silbando contento se puso en marcha rumbo a
otro pueblo, para venderlas
y poder comprar su comida.
ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN
Conversar sobre el cuento en familia
¿Cómo se habrá sentido el vendedor cuando no
pudo vender una sola gorra?
¿Por qué creen que los monitos actuaron así?
Ofrecerles dibujar.
Si tienen ganas, alguna parte del cuento que
les haya resultado divertido.
FAMILIAS: Las actividades enviadas las pueden
ir enviando al mail de la escuela y además guardarlas para compartirlas ,
cuando regresemos.
Muchas Gracias
Saludos atentamente : Seño Claudia .
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